Estamos entrando a los días donde el termómetro marca una caída abrupta de la temperatura. El sol apenas logra dar calidez a cada rincón, el viento helado te congela las mejillas y lo único que se viene a nuestra mente es beber un rico café para que nos caliente el alma.
Necesitamos comer un plato de comida reconfortante, sabroso, con mucho sabor, aromas y texturas.
Ingresar a una casa y sentir esos perfumes de platos de olla que impregnan todos los ambientes es poner en alerta todos los sentidos. El interrogante ¿Que esconde esa cacerola sobre la hornalla? ¿Qué comer y beber en invierno entonces?
Se viene a la imaginación esas preparaciones a base de carnes en largas cocciones, un buen guiso de alubias, y hasta una polenta cremosa con salsa de tomate y salchicha parrillera.
Este tipo de preparaciones requiere de la compañía de un buen vino, y si de vino se trata, el vino argentino brinda varios estilos y cepas los cuales combinan muy bien con varios de los ingredientes de este tipo de platos de cuchara.
Siempre es conveniente tener un par de etiquetas agendadas, aquellas que funcionan y que son amigables al bolsillo.
¡Antes de correr a comprar el vino, pensemos que vamos a comer!
Hacer un guiso de lentejas vegetariano y un guiso de lentejas con chorizo colorado y panceta, son dos preparaciones distintas, las cuales tienen distinto nivel de intensidad, y es obvio que no podemos elegir el mismo vino para ambas preparaciones.
¡Piensa en intensidad del plato! A mayor intensidad, el vino debe estar a su altura en intensidad de aromas y sabores.
Hay preparaciones en las cuales debemos evaluar el plato en su totalidad antes de enfrentarlo con determinado estilo de vino.
Los Blancos: qué comer y beber en invierno creativamente
Si bien en época invernal nos inclinamos hacia los tintos con músculo, sabrosos, cárnicos en boca, plenos de sabor a frutas rojas y negras con trazos de especias y dejos ahumados, hay ocasiones que podemos elegir un vino blanco con buen volumen y paso por barrica.
Elegir un vino blanco para enfrentar una preparación invernal a nadie se le pasa por su cabeza. Aquí nos jugamos a realizar una armonización por contraste de temperaturas, lo cual resulta muy interesante.
Imagina una sopa crema de calabaza asada, semillas de sésamo tostadas y tomillo fresco, acompañada de un sabroso pan de masa madre rociado de aceite oliva. Esa cremosidad de la sopa y las notas dulces aportadas por la calabaza y semillas tostadas cazan a la perfección con los aromas y sabores de un Chardonnay criado en barrica de roble.
Los Tintos en Invierno
Pensar en un guiso de ternera en salsa de vino tinto, de larga cocción, la carne es tan tierna que puede comerse solamente con cuchara. El Bouef Bourguignon es un clásico de la cocina francesa, preparación elaborada con zanahorias, vino tinto, cebollas y hierbas aromáticas, todo a fuego lento. Aquí el vino tinto es el protagonista de la salsa, junto al resto de los ingredientes logra redondear el sabor profundo y exquisito. Aquí elegiría un buen Cabernet Franc de paso firme en boca, trazos a hierbas de montaña y taninos pulidos.
Y un buen guiso de porotos alubia con chorizo y panceta ¿Que elegiríamos? En este caso tenemos esa textura cremosa aportada por los porotos, más la intensidad de sabores y aromas por parte del chorizo y panceta, con un dejo graso en boca. Podemos elegir un buen Malbec de altura, esos salteños que te dejan pensando, plato y vino al mismo nivel de intensidad.
Ahora, ¿vos que vas a cocinar y beber en estos días fríos?
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ROBERTO LOZA
Sommelier Internacional CETT/EAS
Docente Escuela Argentina de Sommeliers
Docente CASA DIONISIO
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